mardi 8 janvier 2013

tatouages


 

Marin expliquant ses tatouages à ses compagnons, 1928

 

Motifs anciens



Il s'agit toujours de tenter d'apporter une réponse à la même question.

"Il me reste dit Stavros, le dos à garnir, la jambe. (Il se tourne.) Mais tout est prévu. Sur le mollet gauche on me piquera un fraisier [dans l'argot du bagne le "fraisier" est un tatouage.] Tout mon ventre, ma poitrine et mes cuisses sont un jardin potager, mais le dos, je le réserve à l'ornement: liserons et pervenches partant du cul vers les omoplates."

                                                                                        Jean Genet Le Bagne (première version)




motif de vareuse

Conchita Piquer Tatuaje
Él vino en un barco, de nombre extranjero.
Lo encontré en el puerto un anochecer,
cuando el blanco faro sobre los veleros
su beso de plata dejaba caer.
Era hermoso y rubio como la cerveza,
el pecho tatuado con un corazón,
en su voz amarga, había la tristeza
doliente y cansada del acordeón.

Y ante dos copas de aguardiente
sobre el manchado mostrador,
él fue contándome entre dientes
la vieja historia de su amor:
Mira mi brazo tatuado
con este nombre de mujer,
es el recuerdo del pasado
que nunca más ha de volver.

Ella me quiso y me ha olvidado,
en cambio, yo, no la olvidé
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer.


Él se fue una tarde, con rumbo ignorado,
en el mismo barco que lo trajo a mí
pero entre mis labios, se dejó olvidado,
un beso de amante, que yo le pedí.
Errante lo busco por todos los puertos,
a los marineros pregunto por él,
y nadie me dice, si esta vivo o muerto
y sigo en mi duda buscándolo fiel.

Y voy rodando lentamente
de mostrador en mostrador,
ante una copa de aguardiente
donde se ahoga mi dolor.
Escúchame marinero,
y dime que sabes de él,
era gallardo y altanero,
y era más rubio que la miel

Mira su nombre de extranjero
escrito aquí, sobre mi piel.
Si te lo encuentras marinero
dile que yo, muero por él.
version 1941
version 1955




Les quatre cuisiniers


 




















  






Dans la série qu'Eyerman consacra aux brûlés de Pear Harbour, on entrevoit quelle pouvait être la pratique usuelle du tatouage de marine, à travers les cicatrices qui dévorent une partie des dessins.



 




 




Tatouages de marins-fantaisie

 


 Photographe Ralph Kelly

Le serpent

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